En 1801,
Toussaint Louverture llega a
Santo Domingo y proclama la abolición de la esclavitud en nombre de la
República Francesa. Poco después
Napoleón envió un ejército que sometió toda la isla y la gobernó durante unos meses. Los negros y mulatos nuevamente se alzaron en contra de los franceses en octubre de 1802 y finalmente los derrotaron en noviembre de 1803. El 1 de enero de 1804, los vencedores declararon a Saint-Domingue como la república independiente de
Haití. Después de la derrota a manos de los haitianos, una pequeña guarnición francesa permaneció en
Santo Domingo. La esclavitud fue restablecida y muchos de los emigrantes colonizadores españoles regresaron. En 1805, tras coronarse emperador,
Jean-Jacques Dessalines invadió la parte oriental, llegando a
Santo Domingo, pero tuvo que retirarse ante un escuadrón naval francés. En su retirada a través del
Cibao, los haitianos saquearon las ciudades de
Santiago y
Moca, matando a la mayoría de sus residentes e iniciando dos siglos de animosidad entre los dos países.
Debido al poco apoyo internacional, a tan sólo nueve semanas más tarde de que Núñez de Cáceres declarara la independencia, las fuerzas militares de
Haitídirigidas por
Jean Pierre Boyer ocuparon el país.
Desde que
Boyer tomó posesión de la parte Este de la isla, dispuso una serie de medidas, con el propósito de asegurar su unificación. Una de las medidas fue la abolición de la esclavitud, que benefició alrededor de 8 mil esclavos. Pero aunque logró liberarlos, los obligó a permanecer en las parcelas de tierra, para que trabajaran las tierras de los esclavistas, tratando así de conciliar sus intereses económicos, políticos y sociales. Internacionalizó los mecanismos jurídicos y políticos, dividiéndolos notablemente en diversas unidades, también impuso la medida de representatividad de las poblaciones por electores en diversos niveles y la puesta en vigencia del código civil francés en toda la isla. Impuso el servicio militar, restringió el uso de la lengua española, y eliminó las costumbres tradicionales, como las
peleas de gallos. Reforzó la percepción de sí mismos de los dominicanos en que eran diferentes a los haitianos en "idioma, raza, religión y costumbres nacionales." También desarrolló en gran plenitud el nuevo modo de producción agrícola, el cual se hizo dominante en toda la isla como la principal actividad comercial y económica.
En 1827 se da una situación crítica para el gobierno, debido a que los ciudadanos se opusieron rotundamente a pagar impuestos, que fue una de las medidas decretadas por
Boyer. Este apeló luego al recurso de emitir papel moneda, iniciándose así un proceso de devaluación del
gourde, que era la moneda oficial en ambos lados de la isla. Al mismo tiempo aumentó el descrédito internacional del gobierno de
Boyer. Ante esta situación, muchos sectores empezaron a conspirar contra el gobierno dictatorial de
Boyer, formándose así grandes protestas y nuevos movimientos integrados por pequeños campesinos, los cuales no tenían medios ni interés en desarrollar renglones mercantiles regulares, ya que no tenían mano de obra ni recursos financieros. A principios de 1830 muchos comerciantes habían sido explotados, y por esa razón, muchos de éstos solo producían para el mercado lo imprescindible para procurarse algunos artículos manufacturados provenientes del exterior. Una de las medidas más fuertes del régimen fue la prohibición a todos los dominicanos de dedicarse al intercambio comercial, ya que sólo podían mercadear las personas de origen extranjero, los ciudadanos de origen haitiano y los representantes de casas comerciales internacionales. El dominicano que quisiera dedicarse a dicha actividad debía juramentarse como ciudadano haitiano. Con esta medida, la reacción de todos los dominicanos no se hizo esperar, incrementándose aún más los movimientos conspiradores contra
Boyer. Otro hecho importante con el cual se iniciaron los planes de independencia, fue el enfrentamiento que tuvo la
Iglesia Católica contra el gobierno de
Boyer, ya que éste confiscó los terrenos y bienes de la
Iglesia. También el choque directo con el
Arzobispo Pedro Valera repercutió en toda la población, la cual vio en esas y otras medidas un conjunto de prohibiciones de sus derechos políticos, económicos y sociales, así como sus derechos humanos. La limitación de celebraciones de las fiestas religiosas, la prohibición de los juegos de gallos y de azar, la obligatoriedad de las labores agrícolas, el no uso del español en los actos y documentos oficiales, el cierre de la universidad, el reclutamiento militar de todos los jóvenes y el pago de los impuestos, fueron medidas que contribuyeron a la revuelta contra el gobierno haitiano.
Guerra por la independencia
Juan Pablo Duarte, un pequeño burgués con pensamientos liberales traza la pauta para independizar la parte oriental de
La Española del dominio haitiano.
Juan Pablo Duarte era joven, educado, un auténtico
nacionalista, y el hombre que ayudó a dirigir e inspirar la
Guerra de la Independencia de 1844.
Duarte, junto con varios liberales dominicanos fundó una
sociedad secreta en 1838 llamada
La Trinitaria. Fue nombrada así porque sus nueve miembros originales se habían organizado en grupos de tres. Cada grupo iba reclutando adeptos, mantenimiento estricto secreto, con poco o nada de contacto directo entre sí, con el fin de minimizar la posibilidad de ser detectados por las autoridades haitianas. Rápidamente iban llegando muchos reclutados al grupo, pero fue descubierta y obligada a cambiar su nombre a
La Filantrópica. Sin embargo, continuaron conspirando contra los haitianos.
En 1843, la revolución tuvo un gran progreso: los trinitarios se unieron al partido liberal haitiano que derrocó al presidente
Jean Pierre Boyer. Sin embargo, los Trinitarios que participaron en el derrocamiento llamaron la atención del sustituto de Boyer,
Charles Riviere-Hérard.
Hérard encarceló algunos Trinitarios y obligó a
Duarte a abandonar la isla. Mientras estuvo exiliado,
Duarte buscó apoyo en
Colombia y
Venezuela, pero no tuvo éxito. En diciembre de 1843, los rebeldes le pidieron a Duarte que regresara, ya que tenían que actuar con rapidez porque temían que los haitianos se dieran cuenta de sus planes de insurrección. En febrero de 1844, como
Duarte no había regresado (por enfermedad), los rebeldes decidieron tomar medidas de todos modos con el liderazgo de
Francisco del Rosario Sánchez,
Matías Ramón Mella, y
Pedro Santana, un rico ganadero, que comandaba un ejército privado de peones que trabajaban en sus tierras.
La Fortaleza Ozama en Santo Domingo, fue secuestrada por los rebeldes dominicanos el 27 de febrero de 1844.
El 24 de febrero de 1844, los principales miembros de La Trinitaria, se reunieron esa noche clandestinamente en casa deFrancisco del Rosario Sánchez, para acordar definitivamente los planes y poner fecha inmediata a la independencia. El 25 de febrero, ya todos los planes estaban listos para ser ejecutados, por lo que de inmediato fueron despachados los correspondientes emisarios hacia las diversas regiones del país, con el claro propósito de dar a conocer las decisiones tomadas por el grupo que se reunió clandestinamente en casa de Sánchez.
El 27 de febrero de 1844, los rebeldes, liderados por
Sánchez tras la ausencia de
Duarte quien había pedido a su hermano
Vicente Celestino dar apoyo en su lugar, tomaron la
Fortaleza Ozama en la capital
Santo Domingo. La guarnición de
Haití, tomada por sorpresa y aparentemente traicionada por uno de sus centinelas, se retiró. Otro grupo de insurgentes, liderados por
Matías Ramón Mella llegaron hasta la
Puerta de la Misericordia donde Mella tiró el legendario Trabucazo de la Independencia, concomitantemente
Sánchez inemdiatamente escucha el disparo, izó la nueva
bandera dominicana gritando todos al unísono el lema
¡Dios, Patria y Libertad!. La independencia ya no se podía negar y después de muchas luchas, la
República Dominicana había nacido. Se había establecido una forma de gobierno republicano, en un pueblo libre que rechazaba cualquier imposición extranjera, y que, a través del proceso de votación, podría dar lugar a una democracia donde todos los ciudadanos, en teoría, eran iguales y libres.
[editar]Otros intentos de invasión haitiana (1844-1856)
En los próximos días todos los funcionarios haitianos habían salido de
Santo Domingo.
Tomás Bobadilla y Briones, un jurista
conservador que había participado en la anterior resurreción, encabezó la
junta provisional de gobierno de la nueva
República. El 14 de marzo,
Duarte finalmente regresó después de recuperarse de su enfermedad y fue recibido con celebraciones.
Durante los siguientes años, las fuerzas militares de
Santana continuaron defendiendo la
República contra todos los ataques haitianos, derrotándolos en las batallas
19 de marzo,
30 de marzo,
El Memiso, y en
Puerto Tortuguero. A principios de julio de 1844,
Duarte fue instado por sus seguidores para llevarse el título de
Presidente de la República.
Duarteestaba de acuerdo, pero sólo si se hacía por medio de elecciones libres. Sin embargo, las fuerzas militares de
Santana tomaron
Santo Domingo el 12 de julio de 1844, y se declaró gobernante de la
República Dominicana. Santana, luego, mandó a Duarte, Sánchez y Mella a la cárcel.
El 6 de noviembre de 1844 una
Asamblea Constituyente redactó una
constitución, basada en los modelos de
Haití y
Estados Unidos, que establecía la separación de poderes y controles legislativos sobre el ejecutivo. Sin embargo, Santana incluyó en el mismo artículo 210, el cual le concedió un poder ilimitado durante la actual guerra contra
Haití. La guerra continuó durante todo septiembre y noviembre de 1845 donde los haitianos fueron derrotados en las batallas
La Estrelleta y
Beller.
Santana se mantuvo como presidente hasta 1848, cuando perdió las elecciones. El Presidente haitiano
Faustin Soulouque atacó la nueva república, pero fue derrotado en las batallas de
El Número y
Las Carreras.